Qué es el Mantenimiento Correctivo y su impacto en la gestión de activos inmobiliarios

El mantenimiento correctivo es una estrategia de gestión de activos que se aplica para corregir las averías o problemas en los equipos, instalaciones o sistemas después de que estos han dejado de funcionar correctamente. Se trata de una intervención reactiva, donde se realizan reparaciones una vez que se ha detectado una avería o problema. Este tipo de mantenimiento puede incluir desde arreglos simples hasta reparaciones de mayor complejidad que requieren la intervención de profesionales capacitados.

A diferencia del mantenimiento preventivo, que se lleva a cabo en intervalos regulares para evitar fallos, el mantenimiento correctivo no sigue una planificación previa y se realiza solo cuando surge una necesidad de reparación urgente.

Veámoslo con mayor detalle a lo largo de este artículo:

• ¿Para qué sirve el Mantenimiento Correctivo?
• Tipos de Mantenimiento Correctivo
• ¿Cuál es el impacto del Mantenimiento Correctivo en la Gestión de Activos Inmobiliarios?

El mantenimiento correctivo es esencial en la gestión de propiedades y otros activos porque asegura que los sistemas y equipos vuelvan a funcionar adecuadamente, minimizando el impacto que una falla podría tener en el uso o en el valor de los activos. Este tipo de mantenimiento es particularmente útil cuando:

• Fallos imprevistos: No todas las averías pueden ser anticipadas mediante un mantenimiento preventivo. El mantenimiento correctivo permite abordar problemas inesperados con rapidez para evitar la interrupción de servicios esenciales o de actividades diarias.
• Minimización de tiempo de inactividad: Una vez detectada la avería el mantenimiento correctivo busca una pronta solución para restablecer la operatividad del activo o sistema afectado. Esto es fundamental en áreas como la gestión de edificios, donde los tiempos de inactividad pueden afectar a los usuarios o residentes.
• Solución de problemas complejos: En muchos casos, una intervención correctiva implica reparar o sustituir piezas específicas y realizar ajustes técnicos para restaurar el sistema o equipo a su estado óptimo, asegurando que no surjan problemas derivados de la misma falla.

El mantenimiento correctivo se puede dividir en dos tipos principales:

1. Mantenimiento Correctivo No Planificado: Es la intervención inmediata que se realiza al momento de identificar una avería. Generalmente, este tipo de mantenimiento se aplica cuando un fallo afecta la seguridad, la funcionalidad o el confort de los usuarios de un espacio o propiedad. Por ejemplo, un corte de energía en un edificio de oficinas requiere una intervención rápida para restaurar el servicio.
2. Mantenimiento Correctivo Planificado: Se utiliza cuando se detecta un problema que no es urgente o que no afecta directamente la funcionalidad del activo. En este caso, la reparación puede programarse para un momento en que cause el menor impacto posible en los usuarios. Este tipo de mantenimiento es común en la gestión de propiedades para reducir el coste de intervención y minimizar los inconvenientes.

El mantenimiento correctivo tiene un impacto directo en la funcionalidad, la rentabilidad y el valor de los activos inmobiliarios, y su implementación efectiva resulta clave para mantener la satisfacción de los usuarios y la longevidad de las instalaciones. Algunos de sus principales efectos en la gestión de propiedades incluyen:

• Prolongación de la vida útil de los activos: Al abordar los problemas técnicos de inmediato, el mantenimiento correctivo ayuda a evitar daños mayores y prolonga la vida útil de los equipos y sistemas. Esto es particularmente importante en instalaciones complejas como sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), ascensores y redes eléctricas.
• Reducción de costes adicionales: Aunque el mantenimiento correctivo suele ser más costoso que el mantenimiento preventivo, debido a la urgencia de las reparaciones, evita el gasto asociado a la reparación de daños secundarios. Ignorar las fallas podría derivar en gastos mucho mayores por daños adicionales a otras partes del sistema o equipo.
• Satisfacción de los usuarios y cumplimiento normativo: La capacidad de resolver problemas de manera rápida y eficiente es crucial para mantener la satisfacción de los usuarios, ya sean inquilinos, empleados o residentes de un edificio. Además, muchas normativas de seguridad y habitabilidad exigen la corrección inmediata de fallas que puedan afectar la seguridad o el bienestar de los ocupantes.
• Valor de los activos y reputación: Mantener las instalaciones en buen estado ayuda a preservar el valor de la propiedad y refuerza la imagen de una gestión profesional. Los propietarios e inquilinos suelen valorar un entorno donde los problemas son atendidos rápidamente, lo que también puede mejorar la ocupación y el rendimiento económico de la propiedad.

En conclusión, el mantenimiento correctivo es una herramienta esencial en la gestión de activos inmobiliarios y en otras industrias, ya que permite solucionar problemas de forma rápida y eficiente, minimizando el impacto de las averías en el funcionamiento de las instalaciones. Si bien es una medida reactiva, el mantenimiento correctivo contribuye significativamente a la optimización de recursos, la prolongación de la vida útil de los activos y la satisfacción de los usuarios. Para obtener los mejores resultados, es recomendable combinar el mantenimiento correctivo con un programa de mantenimiento preventivo, asegurando una estrategia integral y equilibrada en la gestión de activos.

¿Te gustaría recibir más información? Consulta nuestro servicio de Gestión Integral y Mantenimiento de Activos Inmobiliarios, servicio completo y especializado diseñado para asegurar el funcionamiento óptimo y la valorización continua de las propiedades y nuestros profesionales te asesorarán en todo lo que necesites.