5 ventajas de tener el certificado energético de tu vivienda y vender más rápido

Si después de 8 años de vigencia no sabes que es obligatorio disponer del certificado energético de la vivienda y su correspondiente etiqueta energética, para poder vender y alquilar una casa, es que o bien no has tenido necesidad de vender o alquilar; o es que te has querido ahorrar el importe del mismo hasta última hora.

Queremos, por tanto, destacar las ventajas de disponer del certificado energético al inicio de la venta de una vivienda, además de recalcar la necesidad de que se realice por un técnico profesional, que sea capaz de analizar al detalle las características de la vivienda, evitando dejar por defecto muchos parámetros que harán que la calificación de la vivienda arroje calificaciones peores.

Para los que no conocen en qué consiste el certificado energético, apuntamos algunas claves generales a tener en cuenta:

• La legislación que lo regula es el Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios.
• Obligatorio por parte del propietario de la vivienda para alquilar o vender.
• Lo tiene que realizar un técnico profesional.
• Caduca a los 10 años.
• Tiene 7 escalas de calificación, desde la A hasta la G, siendo la A la letra de mejor calificación.
• Los certificados energéticos incluyen medidas de mejora para reducir la calificación.

Sabiendo que sí o sí, vas a tener que disponer del certificado energético para vender una vivienda, con estas indicaciones podemos pensar en las ventajas de tener el certificado energético de la vivienda mucho antes de venderla.

Dejar para última hora la obtención del certificado energético, puede ocasionar demoras en los plazos de venta. Aunque ya llevamos 7 años de vigencia, todavía sucede en firmas ante notario que el propietario del inmueble no dispone del correspondiente certificado energético. Como decíamos, normativamente es obligatorio de presentar al comprador, para que conozca la eficiencia energética de la vivienda que está adquiriendo, con la posibilidad de incurrir en multas por no disponer del mismo.

Facilitar el certificado de eficiencia energética a un posible comprador, implica un mayor detalle de transparencia por parte del vendedor. En cierto modo, se puede ver como una manera de enseñar al comprador lo que está a punto de adquirir, en materia de eficiencia energética no se ocultan posibles vicios. Poner las cartas sobre la mesa, da información al comprador sobre lo que quiere comprar.

Conocer la calificación energética de la vivienda, puede ser un aliciente para el comprador principalmente si la calificación es buena, frente a otras opciones del mercado. Los beneficios de una buena calificación energética de la vivienda, redundan en una reducción del consumo y por tanto de la factura a final de mes. De este modo, el inmueble se puede posicionar por delante de la competencia y por ende, vender antes y/o incrementar su precio.

Todavía no se oye mucho en el mercado la conocida como hipoteca verde, pero la tendencia es al alza y con mayor entrada de otros bancos a la financiación de viviendas sostenibles. La diferencia que puede encontrar el comprador de viviendas con una buena calificación energética, son unas condiciones de financiación más ventajosas en cuanto a tipos de interés más bajos y/o eliminación de algunas comisiones como la de apertura.

En este sentido, destacar que cuanto mejor calificación energética tenga la vivienda, mejores condiciones se obtendrán, por lo que se hace mucho más necesario que el certificado energético lo elabore un profesional competente, que conozca al detalle los componentes que pueden afectar a una buena calificación. Entre otros las características de la fachada, las carpinterías exteriores, puentes térmicos, especificaciones de la caldera, etc.

Apuntar que una estadística publicada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDA) indica que menos del 5% de los certificados energéticos de edificios existentes tiene una calificación energética entre las letras A, B y C.

Difiere la situación en viviendas de obra nueva, cuyo porcentaje de viviendas nuevas con calificación energética A, B o C se eleva al 63%.

Algunas comunidades autónomas ofrecen programas de ayudas como planes para renovación de ventanas, de calderas o como indican algunas noticias a subvencionar el recibo del IBI según la calificación energética de la vivienda. Generalmente para el acceso a estas ayudas es preciso disponer de un certificado energético, de este modo, facilitarlo al comprador puede ayudar a una venta más rápida, ya que se puede mencionar el acceso a este tipo de beneficios.

Esperamos haberte ayudado a comprender las ventajas de obtener el Certificado Energético de tu vivienda antes de ponerla a la venta.  Seguramente también te resulte interesante este artículo sobre las Ayudas para Rehabilitación viviendas en 2022.

Si necesitas más información al respecto o te gustaría realizar una auditoría energética para conocer el grado de eficiencia energética y sostenibilidad de un inmueble o de una organización ponte en contacto con nosotros